jueves, 3 de noviembre de 2011

HECHICERA



Desesperada mi pasión,
la ha llamado por su nombre... Hechicera.

Fuego ardiente de un amor inextinguible,
tan sólo consumado por el agua de la muerte.

Déjame beber de tu insaciable fontana,
confíame la vida adornada de recuerdos.

Regálame los sueños misticismo de ilusiones,
en un rapto de sabores de tu piel enamorada.

He de rebozarte de caricias virginales,
pues así tiñes mis manos del purpúreo de tu sangre.

Dolor de mis entrañas es la angustia de perderte,
no hay un solo pensamiento que conciba tal desgracia.

Yo quisiera que supieras tanto o más de lo que sabes:
¡Que no hay amor más grande que aquel que mana de mi alma!

Necesito de tus labios como agua en el desierto,
reconozco que mi marcha va regida por tu tiempo,
y si acaso te sofoca el amor que te profeso,
por favor no me lo digas no resiste mi sustento.

¡Ay de mis ojos hambrientos de ti!
Mi anhelo es amarte viviendo a tu lado,
sabiéndote cerca pensarte feliz.

Alabo los sueños que rezan tus pasos,
musitar a lo lejos las frases del viento.

Tanto te extraño adorándote mía,
que aunque ciega la vida
me hallara en las sombras,
te amaría más...
Todavía.

Derechos Reservados © Jorge Judah Cameron

2 comentarios:

  1. "Necesito de tus labios como agua en el desierto"bello en cada palabra.

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  2. Precioso tu poema Jorge.
    Como siempre es un honor y un gusto leerte apreciado amigo.
    besos

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